Una reflexión personal, por Diego Soliveres.
Ha llegado septiembre y con él, el nacimiento de un “nuevo curso” y de una nueva etapa, lo que me ha hecho reflexionar muy profundamente, acerca de todo lo que nos ha deparado este último año y medio, de todo lo que hemos crecido y madurado, tanto personal como profesionalmente y también, sobre las cosas que nos depara el futuro y nos quedan por vivir.
Así que, hoy quiero echar la vista atrás (y, aunque ya veo a alguien riéndose, no va con segundas) y compartir con vosotros mis sensaciones acerca de todo esto.
A nivel profesional, me sigue pareciendo increíble el salto que hemos dado. desde que entramos en Lanzadera, en mayo de 2019. Aunque íbamos cargados de energía, de ganas y de ilusión, estábamos muy verdes en todos los aspectos e incluso, dada la rotura de stock que sufrimos, cuando nos presentamos ante los medios de comunicación, los primeros meses estuvimos sin zapatillas... ¡Increíble! ¿verdad?
Ahora, pasado todo este tiempo, estamos a punto de lanzar nuestra tercera colección desde que estamos aquí, con muchos más modelos y materiales reciclados y sostenibles, con los que, si se quiere, ponemos más todavía nuestro granito de arena, buscando el avance y las mejoras sociales en todos los aspectos.
Además, acabamos de ser reconocidos como Centro Especial de Empleo, lo que nos va a permitir acercarnos de una forma mucho más efectiva a nuestro objetivo de una integración y normalización TOTAL de la discapacidad. De hecho, el mayor reflejo de este gran avance es que estamos a punto de cerrar nuestras primeras incorporaciones al equipo, lo que nos llena de alegría y orgullo, ya que ese era nuestro propósito inicial aunque, sobre esto, ya os tendremos más que informados en su momento.
También hemos crecido mucho como marca, apareciendo en muchísimos medios de comunicación importantes y realizando grandes e importantes campañas, como la que hicimos con la Fundación del Levante UD, o la realizada con muchos de los grandes atletas Paralímpicos que tiene este país. Y, sin duda, una de las cosas que más ilusión nos hace es que este crecimiento también está siendo visto por la gente que “sabe” de empresa, habiendo recibido premios como el del Emprendedor con Discapacidad, de la Revista Emprendedores, referencia en el sector.
Así que, como podéis ver, no se puede pedir más. Y, teniendo en cuenta el poco tiempo que llevamos y las circunstancias por las que está atravesando el mundo, pienso que somos unos privilegiados de estar viviendo esta experiencia, y de saber que todo esto, simplemente, acaba de empezar.
Pero, aunque todo esto sea la causa por la que estamos aquí, si algo me ha marcado de verdad en toda esta experiencia, es todo lo relativo a lo personal. Aún me cuesta asimilar, en ocasiones, como un viernes estaba vendiendo cupón en Alicante y dos días después, estábamos viajando los tres hacia Valencia para afrontar algo tan ilusionante como incierto y puedo aseguraros que, pasado todo este tiempo y haciendo balance, la aventura ha sido muy positiva y enriquecedora a más no poder.
En primer lugar, me ha enseñado a convivir, ya que, como sabéis, nos vinimos los tres juntos compartiendo piso y estando codo con codo 24 horas, los 7 días de la semana y lo cierto es que, lo que puede parecer muy complicado, nosotros lo hicimos sencillo. Por supuesto que, en ocasiones, pueden surgir fricciones pero, precisamente, son esos momentos en los que aprendes a tolerar, a llegar a consensos, a dejar de lado el interés personal por el general y a saber apreciar y poner en valor las cosas que realmente importan.
También, todo este año me ha servido para darme cuenta de que tenía necesidades que no podía dejar de atender, y que si no hubiera vivido todo esto, no hubiera afrontado, como pueden ser aprender a usar el bastón, familiarizarme con un entorno nuevo, etc., lo que también ha hecho que avance y madure como persona.
Pero, lo más importante para mi, ha sido la gente que he conocido, que sé que me llevaré conmigo hasta el final, esté en donde esté. Y con eso, importará muy poco lo que me depare el futuro.
He conocido gente maravillosa que ha hecho todo este período mucho más llevadero y, además, le da más sentido a todo esto; gente por la que volvería a venirme a ciegas y que sé que siempre va a estar ahí. Para mi, eso ha sido fundamental para que, cada mañana, al poner la cafetera, tenga una sonrisa enorme en la cara.
Y, si todo esto no es ya, de por sí, bastante emotivo y entrañable, no es menos emocionante pensar en todo lo que viene: nuestras primeras incorporaciones, el último trimestre del año, donde pensamos crecer de manera notable, las nuevas colecciones, llenas de nuevas sensaciones y materiales, etc.
Además, también nos esperan importantes cambios personales, también de importante calado: Roberto abandona el nido Timperiano para afrontar una ilusionante etapa junto a su pareja, Aitor, poco a poco, también va haciendo planes de futuro y yo, pese a que me ha costado algo hacerme a la idea de todo lo que tengo aquí, y de todo lo que nos queda por vivir, estoy ya totalmente animado y convencido a ir encauzando mi vida a hacer grandes cosas en Valencia e incluso, no tengo problema en desvelaros que, pese a que me considero una persona muy de mi entorno, de mis amigos, de mi familia, etc, estoy tan contento, rodeado de tan buena gente y con un proyecto tan espectacular por delante, que no me importaría plantearme mi vida aquí y convertirme en un valenciano más.
Sólo me queda, antes de despedirme hasta la próxima ocasión, dar ánimos y desear mucha suerte a todxs los que, como yo (como nosotros) afrontamos este nuevo curso y esta nueva etapa con grandes y nuevos planes, expectativas e ilusiones y espero que las podáis llevar a cabo con mucha ilusión y constancia. Tampoco quiero (ni puedo) marcharme sin dar las gracias a toda esa gente (que sabéis quienes sois) qué habéis hecho que esta aventura esté tomando esta dirección, desde el equipo de Lanzadera, pasando por los compañeros, hasta las personas que me habéis dado vuestra amistad, Está claro que, sin vosotros, sería imposible que hoy os estuviera contando todo esto.
Espero que os haya gustado esta reflexión y sólo me queda deciros que estoy totalmente orgulloso y convencido de haber decidido, hace ya más de un año, que mi vida se convirtiera en la aventura que es ahora.
Un saludo a todxs y, hasta la próxima, que será muy pronto.